martes, 5 de abril de 2011

Vivencia del climaterio y la menopausia

LA VIVENCIA DEL CLIMATERIO Y LA MENOPAUSIA 
Maribelle Calderón Rojas

El climaterio es la etapa de transición que ocurre entre la madurez reproductiva y la pérdida de la función ovárica y se caracteriza por una deficiencia en la producción de estrógenos, presentando manifestaciones endocrinológicas, biológicas y clínicas (Sherwin, 2008). La menopausia es el último período, que marca el cese de la función normal y cíclica del ovario y, se observa con el cese de las menstruaciones por un espacio mayor de un año, como consecuencia de la pérdida de la función ovárica (Rivas, 2009).
Existen algunos aspectos de índole psicosocial que pueden influir significativamente en la vivencia de este período, como las transiciones de roles por la salida o regreso de las hijas o hijos, enfermedad del padre o la madre con la posibilidad de asumir el cuido, cambios laborales, pérdida de la red de apoyo, muerte del cónyuge, etc.
Las expectativas y concepciones que se encuentran determinadas por la cultura, son fuente de dificultad para afrontar este período.
La sobrevaloración de la juventud, equiparada a belleza, la glorificación de la maternidad, así como la falsa idea de que la muerte ocurre poco tiempo después de la menopausia, pueden incrementar el malestar psicológico y el estrés, causando la aparición de ciertos factores psicológicos que dificultan el disfrute.
Esto puede implicar la repercusión en lo emocional y psicológico para aquellas mujeres que atraviesan estos períodos naturales dentro de su ciclo vital y se relacionan con niveles bajos de autoestima y expectativas más pesimistas que las llevan a experimentar más síntomas físicos (Rondón, 2008).
El conocimiento de los procesos biológicos inherentes al climaterio y la menopausia facilitaría el reconocimiento de los cambios fisiológicos naturales propios de este período, para desmitificar las creencias erróneas y normalizar las emociones asociadas.
Para abordar los aspectos socio-culturales que intervienen en la percepción de nosotras mismas que tenemos las mujeres, se deben considerar las actitudes culturales y cómo éstas le atribuye un significado a la realidad y transforman un evento biológico en uno cultural, provocando un impacto psicológico debido a la importancia asignada por el grupo cultural a la procreación, la fertilidad, el envejecimiento y los roles de género femeninos.
Los cambios que se producen pueden ser vividos por las mujeres de acuerdo con su historia personal y su capacidad de afrontamiento a la vida.
La incomprensión, la exigencia, la falta de apoyo, la baja autoestima, la falta de diálogo y la incomprensión del compañero afectivo, desajusta su conducta y su comportamiento e impiden el disfrute de una buena calidad de vida (Diago, Díaz y  Salabarría, 2008).
Nuestra sociedad debe adquirir el compromiso de posibilitar la construcción de una nueva imagen en estas mujeres, basada en hechos verídicos, valores sociales y culturales que les permitan la deconstrucción de las ideas preconcebidas y la re-creación de conceptos.

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