Este año va a ser diferente , Ahora sí me voy a ocupar más de mí , algunas de las frases más escuchadas cada inicio de año, que muchas veces quedan sólo como expresión de deseos por el ritmo de vida agitado que se vive, con el estrés como marca registrada. "El 70% de las consultas por consultorios externos en centros asistenciales públicos y privados está relacionado directa o indirectamente con el estrés -asegura el doctor Daniel López Rosetti, presidente de la Sociedad Argentina de Medicina del Estrés -. Y no sólo aumentaron las consultas espontáneas, sino también las derivaciones de otros profesionales de la salud", detalla.
Los síntomas más frecuentes: nerviosismo, pérdida de concentración, irritabilidad, dificultades para dormir, cefaleas, palpitaciones, dolores musculares, etc. "A nivel cardiovascular, el estrés desencadena una serie de respuestas destinadas a preparar al organismo para la acción, produciéndose entonces el aumento de la frecuencia cardíaca y la presión arterial, y la vasoconstricción de los vasos sanguíneos superficiales" .
Ante este panorama, la medicina tradicional parece no alcanzar: "Hay una inercia de la medicina formal que está muy vinculada con la enfermedad: se normaliza la presión, la glucemia, el colesterol del paciente, y se lo medica para que se sobreadapte a la vida de lleva, sin ir más allá y tratar de que revea su manera de vivir la realidad y generar un cambio", dice el doctor Carlos Martínez Sagasta, director médico asistente del Hospital Británico . En ellos se encargan de la prevención primaria: la idea es poder asumir actitudes diferentes a las habituales para evitar la enfermedad. "Descubrimos las necesidades en particular y fijamos metas basadas en publicaciones científicas", cuenta Martínez Sagasta.
La forma de trabajo radica en tratar a la persona de forma holística: cuerpo-mente-espíritu. "Se comienza con la toma de conciencia a través de cuestionarios, ejercicios de visualización, técnicas gestálticas, material informativo y discusiones grupales. Así, el participante consigue estar en condiciones de establecer metas concretas y de implementar las estrategias para lograrlas", detalla Rojo Bach.
Daniel López Rosetti, comparte el abordaje desde las fortalezas y debilidades y agrega: "Los tests psicológicos cognitivos, determinar los estilos de conducta, los exámenes físicos y los tests que miden la calidad de vida aportan más información sobre cómo tratar a las personas con estrés, muchas de las cuales no saben qué hacer con su propia vida".
En el caso de los talleres, el trabajo en grupo actúa como refuerzo y acompañamiento en la consecución de las metas, y resulta importante para evidenciar problemas comunes con sus pares. "Aunque están contempladas consultas o consejos en forma particular", destaca Martínez Sagasta.
Otro camino
Por su parte, el Mindfulness o Atención Plena, técnica nacida en 1979 en el Centro Médico de la Universidad de Massachussets y presente en Argentina desde hace 10 años, sigue atrayendo seguidores. "En los últimos dos años se observó un crecimiento de más del 50% de las personas interesadas en practicarla", dice la licenciada María Noel Anchorena, y asegura que desde enero tienen lista de espera para los cursos que se inician este mes (por abril).
Esta práctica, recientemente integrada a la medicina y psicología occidentales, consiste en prestar atención de manera consciente a la experiencia del momento con interés, curiosidad y aceptación. "El estrés impide lograr objetivos personales, alcanzar las metas, porque distrae del momento presente. La práctica del Mindfulness hace que uno esté más atento a las situaciones que vive y le ayuda a regular las emociones, a autorregularse", amplía Anchorena.
El programa Mindfulness-based-stress-reduction (MBSR) consiste en un entrenamiento intensivo de reducción de estrés; los cursos son grupales, duran dos meses (1 vez por semana, 2 horas y media), y el participante se compromete a entrenar su mente diariamente.
"Cuanto más atenta al ahora y a las cosas de la vida cotidiana esté la persona, más preparada estará para modificar y generar estados de relajación y reducción de estrés; podrá recuperar el balance mente-cuerpo, que permite parar, detenerse, observar y, desde allí, dar una respuesta adecuada frente a los estímulos", agrega la especialista.
Tomar conciencia del cuerpo, de los pensamientos y las emociones, observar el cuerpo, realizar ejercicios de flexibilidad corporal (no son posturas de yoga), meditar caminando son algunas de las técnicas utilizadas en los talleres. "El entrenamiento les permite integrar el Mindfulness a su vida diaria: cuando viajan, están comiendo, con sus hijos, en una reunión... El saber lo que están haciendo y lo que les está pasando", concluye.
En cuanto a la actividad física, dada la falta de tiempo (o la imposibilidad de hacérselo) hay quienes sugieren hacer tandas de ejercicios repartidas a lo largo del día. "Sólo es aconsejable para personas que están muy ocupadas y no tienen un espacio para dedicarle más tiempo. El ideal es que trabajando mejor el manejo de los tiempos se permitan una actividad física más sostenida", afirma Martínez Sagasta. En tanto, su colega López Rosetti apunta: "Lo que no debe abandonarse nunca es la actividad física aeróbica. Nada mejor que una caminata con ritmo sostenido para combatir el estrés".
Los síntomas más frecuentes: nerviosismo, pérdida de concentración, irritabilidad, dificultades para dormir, cefaleas, palpitaciones, dolores musculares, etc. "A nivel cardiovascular, el estrés desencadena una serie de respuestas destinadas a preparar al organismo para la acción, produciéndose entonces el aumento de la frecuencia cardíaca y la presión arterial, y la vasoconstricción de los vasos sanguíneos superficiales" .
Ante este panorama, la medicina tradicional parece no alcanzar: "Hay una inercia de la medicina formal que está muy vinculada con la enfermedad: se normaliza la presión, la glucemia, el colesterol del paciente, y se lo medica para que se sobreadapte a la vida de lleva, sin ir más allá y tratar de que revea su manera de vivir la realidad y generar un cambio", dice el doctor Carlos Martínez Sagasta, director médico asistente del Hospital Británico . En ellos se encargan de la prevención primaria: la idea es poder asumir actitudes diferentes a las habituales para evitar la enfermedad. "Descubrimos las necesidades en particular y fijamos metas basadas en publicaciones científicas", cuenta Martínez Sagasta.
La forma de trabajo radica en tratar a la persona de forma holística: cuerpo-mente-espíritu. "Se comienza con la toma de conciencia a través de cuestionarios, ejercicios de visualización, técnicas gestálticas, material informativo y discusiones grupales. Así, el participante consigue estar en condiciones de establecer metas concretas y de implementar las estrategias para lograrlas", detalla Rojo Bach.
Daniel López Rosetti, comparte el abordaje desde las fortalezas y debilidades y agrega: "Los tests psicológicos cognitivos, determinar los estilos de conducta, los exámenes físicos y los tests que miden la calidad de vida aportan más información sobre cómo tratar a las personas con estrés, muchas de las cuales no saben qué hacer con su propia vida".
En el caso de los talleres, el trabajo en grupo actúa como refuerzo y acompañamiento en la consecución de las metas, y resulta importante para evidenciar problemas comunes con sus pares. "Aunque están contempladas consultas o consejos en forma particular", destaca Martínez Sagasta.
Otro camino
Por su parte, el Mindfulness o Atención Plena, técnica nacida en 1979 en el Centro Médico de la Universidad de Massachussets y presente en Argentina desde hace 10 años, sigue atrayendo seguidores. "En los últimos dos años se observó un crecimiento de más del 50% de las personas interesadas en practicarla", dice la licenciada María Noel Anchorena, y asegura que desde enero tienen lista de espera para los cursos que se inician este mes (por abril).
Esta práctica, recientemente integrada a la medicina y psicología occidentales, consiste en prestar atención de manera consciente a la experiencia del momento con interés, curiosidad y aceptación. "El estrés impide lograr objetivos personales, alcanzar las metas, porque distrae del momento presente. La práctica del Mindfulness hace que uno esté más atento a las situaciones que vive y le ayuda a regular las emociones, a autorregularse", amplía Anchorena.
El programa Mindfulness-based-stress-reduction (MBSR) consiste en un entrenamiento intensivo de reducción de estrés; los cursos son grupales, duran dos meses (1 vez por semana, 2 horas y media), y el participante se compromete a entrenar su mente diariamente.
"Cuanto más atenta al ahora y a las cosas de la vida cotidiana esté la persona, más preparada estará para modificar y generar estados de relajación y reducción de estrés; podrá recuperar el balance mente-cuerpo, que permite parar, detenerse, observar y, desde allí, dar una respuesta adecuada frente a los estímulos", agrega la especialista.
Tomar conciencia del cuerpo, de los pensamientos y las emociones, observar el cuerpo, realizar ejercicios de flexibilidad corporal (no son posturas de yoga), meditar caminando son algunas de las técnicas utilizadas en los talleres. "El entrenamiento les permite integrar el Mindfulness a su vida diaria: cuando viajan, están comiendo, con sus hijos, en una reunión... El saber lo que están haciendo y lo que les está pasando", concluye.
En cuanto a la actividad física, dada la falta de tiempo (o la imposibilidad de hacérselo) hay quienes sugieren hacer tandas de ejercicios repartidas a lo largo del día. "Sólo es aconsejable para personas que están muy ocupadas y no tienen un espacio para dedicarle más tiempo. El ideal es que trabajando mejor el manejo de los tiempos se permitan una actividad física más sostenida", afirma Martínez Sagasta. En tanto, su colega López Rosetti apunta: "Lo que no debe abandonarse nunca es la actividad física aeróbica. Nada mejor que una caminata con ritmo sostenido para combatir el estrés".
El soplo de la vida
Las técnicas de respiración para relajarse y encontrar su propio eje también están en lo alto en este sentido. Pablo Faga, publicista e instructor de El Arte de Vivir , una organización internacional sin fines de lucro cuyo líder es el hindú Sri Sri Ravi Shankar, explica: "La respiración está íntimamente ligada a las emociones. Si la persona está estresada, el ritmo es corto. Aprendiendo a respirar, se revierten esos ritmos y se equilibran el cuerpo y la mente. La mayoría de las personas experimenta una desintoxicación en los primeros días".
En la Fundación Indra Devi , a la práctica de la respiración se suma el yoga: "A través del manejo consciente de la respiración podemos liberarnos de las molestias que nos aquejan. Pero para llegar al estado de profunda relajación es indispensable preparar el cuerpo y la mente, acompañándolo de una respiración consciente y rítmica", dice David Lifar, director de la Fundación. Una manera más de desarrollar el músculo de la concentración.
Las técnicas de respiración para relajarse y encontrar su propio eje también están en lo alto en este sentido. Pablo Faga, publicista e instructor de El Arte de Vivir , una organización internacional sin fines de lucro cuyo líder es el hindú Sri Sri Ravi Shankar, explica: "La respiración está íntimamente ligada a las emociones. Si la persona está estresada, el ritmo es corto. Aprendiendo a respirar, se revierten esos ritmos y se equilibran el cuerpo y la mente. La mayoría de las personas experimenta una desintoxicación en los primeros días".
En la Fundación Indra Devi , a la práctica de la respiración se suma el yoga: "A través del manejo consciente de la respiración podemos liberarnos de las molestias que nos aquejan. Pero para llegar al estado de profunda relajación es indispensable preparar el cuerpo y la mente, acompañándolo de una respiración consciente y rítmica", dice David Lifar, director de la Fundación. Una manera más de desarrollar el músculo de la concentración.
Para cada cual, un camino
Cada persona es un mundo dice el dicho popular, y algo de cierto tiene, porque en general no todas las recetas son para todos. "Probablemente a algunos no les haga bien el yoga, o no les interese practicarlo. Lo fundamental es desarrollar un sano egoísmo, es decir, hacer las cosas que nos den placer: leer, pescar, ir al cine...", propone el doctor López Rosetti.
Rojo Bach coincide: "Si la persona es acelerada, le recomendamos yoga; pero si lo que necesita es descontracturarse, le sugerimos tomar clases de baile; hay otras a las que hay que enseñarles a divertirse... Para cada una existe una herramienta adecuada".
Artículo escrito por Andrea Salgueiro
Especial para lanacion.com
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