Somos un equipo centrado en el crecimiento integral del ser humano, dando énfasis al aprendizaje, la recreación y el autoconocimiento. Un nuevo abordaje psicológico y psicopedagógico.
martes, 30 de noviembre de 2010
Buenos Deseos para la Navidad y el 2011
La Navidad nos debe llevar a la construcción de un mundo más tolerante a las diferencias y diversidad de pensamientos. De la misma manera les deseamos un feliz Hanuka que también está pronto a iniciarse.
El fin y principio de año debe permitirnos la reflexión de nuestros proyectos, metas y deseos. Esperamos que los suyos se cumplan en el 2011.
Felices fiestas a todas las personas son los deseos de todo el equipo de Crearte.
viernes, 19 de noviembre de 2010
VACACIONES DIVERTIDAS
martes, 16 de noviembre de 2010
El audiovisual como acompañamiento de los procesos educativos
miércoles, 20 de octubre de 2010
La esquiva intimidad familiar
A veces, para que funcione el sistema familiar, los padres deben esforzarse mucho: levantarse temprano para llevar a los chicos al colegio, pasar muchas horas en el trabajo (o que el trabajo pase muchas horas con ellos), dedicar los fines de semana a la prole llevándola a hacer deporte o esperando que vuelvan de las salidas adolescentes: el esfuerzo no es poco, pero, gracias a él, con sus más y sus menos, todo funciona de manera aceitada. Más allá de los obvios matices, las familias funcionales, a diferencia de las disfuncionales, no enfrentan una situación dramática visible y, a veces, tampoco una invisible. Simplemente, todo fluye de acuerdo con lo pretendido, lo que es maravilloso.
Por fortuna, muchos padres pueden estar orgullosos de su "buena gestión" como tales, independientemente de las dificultades que plantea la modernidad. Se logra que alguien atienda al plomero en horarios imposibles en una casa donde todos trabajan o estudian, se lleva al chico al dentista, se hace una razonable lista para el supermercado y cada uno de los integrantes disfruta de sus pasatiempos, como jugar al fútbol, ir a clases de yoga, salir con amigos o practicar taekwondo, mientras hasta el perro vive dignamente su vida, con veterinario incluido. Los engranajes se ensamblan bastante bien, lo que permite que cada día transcurra sin más, reservándose energías para las crisis funcionales; por ejemplo, una mala performance de un hijo en el colegio u otros imprevistos más o menos importantes o graves, que obligan a un esfuerzo adicional para superar la situación de crisis y regresar al funcionamiento normal.
Sin embargo, mucha gente que está satisfecha respecto a cómo "funcionan" las cosas en su vida familiar deja entrever una oculta añoranza. Las personas que manifiestan esta inquietud consideran que el hecho de que "todo ande bien" es algo necesario, pero no suficiente para encontrar plenitud (o algo que se le parezca) en la vida diaria de la familia. Se añora algo que está más allá del mero funcionamiento casi industrial del núcleo familiar. Aquello que algunos técnicos deportivos llaman el "intangible" del equipo.
Lo que se anhela de diferentes maneras es algo que podríamos llamar "intimidad", algo que existe en una dimensión diferente y que, incluso, a veces surge cuando las cosas en la familia no funcionan tan bien como uno desearía. En esos casos, precisamente, esa disfunción hace que deba aparecer aquello que subyace y da sentido a todo el asunto.
Ese "algo" que acá llamamos intimidad es una suerte de paz, de cercanía, de fluir con uno mismo y con el otro, una cualidad que se intuye como posible y hasta cercana, pero que se escapa como agua entre las manos cuando uno la quiere atrapar de manera mecánica.
Por ejemplo, muchos confunden la intimidad en la familia con el solo hecho de hablar, como si el intercambio de palabras que transmiten cierta información fuera equivalente a "entrar en contacto" con el otro. Se cree que, al hablar, automáticamente se producirá "eso" que se desea. Pero no, no se produce; al menos, no de manera automática. Hablar es bueno, pero no siempre implica intimidad.
"Tengo que hablar más con mis hijos", dice un padre nervioso al ver que aquellos niños, hoy adolescentes, entran en una edad de mayor independencia. "¿Hablar para decirles qué?", se le pregunta. "Para aconsejarlos, para decirles que se cuiden, que sepan cómo enfrentarse a la dureza de la vida", dice el progenitor, atormentado y sintiéndose en deuda.
A veces, resulta difícil decirles a los padres que hablar así de esos temas, en ese clima y con ese enfoque, poco ayuda a generar la intimidad y la cercanía que sus hijos y ellos requieren. Su pretensión de hablar en esos términos, incuestionable desde la amorosa intención que la impulsa, se parece más a las advertencias de un prospecto medicinal que a un acercamiento afectivo y, por lo tanto, efectivo. La ansiedad, el decir "instrumental", la angustia y la alarma no ayudan a ese estar cercano e íntimo entre padres e hijos, en el que el decir va de la mano del afecto y la "onda", y no tanto del "manual de instrucciones" de la vida.
Muchos confunden transmitir información y dar pautas con "estar cerca" de sus hijos. La información vale, y mucho, pero la plataforma y el clima emocional sobre el cual esa información circula es igualmente importante, si no más.
Vale, como otro ejemplo de lo que se alude al hablar de "intimidad", un caso conocido en el campo de la pediatría y la psicología: décadas atrás, se pretendió alimentar a los lactantes que estaban en un hospital a través de un sistema "eficaz" que funcionaba mecánicamente sin sacar a los chicos de su cuna. La cuestión no anduvo o, si se prefiere, anduvo, pero mal. La frialdad de la máquina no pudo contra la calidez de un cuerpo que cobija al amamantar y el afecto que circula junto a la leche, afecto que, se vio dolorosamente, era tan importante como las proteínas. Sin el afecto de un cuerpo, muchos chicos enfermaron y hasta murieron en lo que se llamó marasmo u hospitalismo, una dolencia cruel que mostró que no se trata tan sólo de ponderar aquello que se ve.
Se sabe: las ceremonias que favorecían la común unión en intimidad, como el fuego nocturno alrededor del cual se sentaban los clanes y las familias, o, más acá, la mesa conversada en la que, además de datos, se compartían sueños y estados emocionales, no son hoy moneda corriente. Todo el mundo anda muy apurado y "con mil cosas en la cabeza".
Sin embargo, no hay duda de que la añoranza de ese tipo de cercanía sigue vigente y que, en muchas ocasiones, aun sin esos elementos ancestrales, se recrea el estado de cercanía que, se reitera, es mucho más que el mero aconsejar hijos o contar al cónyuge lo ocurrido en la oficina.
La intimidad es un clima o, si se prefiere, un estado anímico compartido, más que un acto o un elemento en particular. Es una capacidad humana que permite superar el eficientismo desangelado y nos recuerda el para qué, las razones que dan sentido a todo. No surge de un hacer deliberado, sino que aparece a partir de un simple "estar", pues permite que aflore lo que subyace en los vínculos entre los miembros de la familia, sin presiones que dominen la escena. A veces, requiere despejar y "deshollinar" esa escena, incluso asumiendo riesgos, ya que implica saldar deudas, limpiar rencores, sacudir algunos avisperos y marcar espacios. El camino a la intimidad, de alguna manera, ya es intimidad, pero intimidad de la brava. La amable viene luego y se la entiende más a través de imágenes que de palabras: un hijo pescando en silencio junto al padre, una madre cantando con sus hijas, una salida de una pareja que comparte una cena y una charla tibia... a buen entendedor, sobran palabras.
Paradojas del asunto: probablemente, para lograr intimidad habrá que olvidar este artículo. Nada mejor, para alcanzarla, que aflojar exigencias; y, nos libre Dios, no es la idea sumar deberes a la ya ajetreada vida familiar moderna. Respirar hondo y tan sólo estar allí, dejando que aparezca lo que deba aparecer, esa es la cuestión. Y si cada tanto, en medio del trajín moderno, surge algo que podemos llamar intimidad, enhorabuena, que eso, sin duda, ya es bastante.
Miguel Espeche
© LA NACION
lunes, 27 de septiembre de 2010
¿Cómo medir el éxito en procesos terapéuticos?
martes, 31 de agosto de 2010
Los Beneficios de la música en el aprendizaje
Los estudios neuroanatómicos han demostrado que el hemisferio izquierdo se especializa en el procesamiento del lenguaje y el hemisferio derecho en la percepción y procesamiento de la música.
El cerebro humano presenta una alta capacidad de aprendizaje y posee la propiedad de funcionar en situaciones extremas tanto orgánicas como funcionales, esta capacidad se denomina plasticidad cerebral.
A mediados del siglo XX, un médico otorrinolaringólogo francés Alfred Tomatis, inició una propuesta de rehabilitación dirigida a personas con dificultades auditivas o de lenguaje.
Su programa terapéutico consistía en la estimulación musical a través de escuchar piezas de Mozart y otros compositores clásicos, obteniendo cambios positivos en la rehabilitación del lenguaje y en el desarrollo del habla, a este efecto se le ha denominado “efecto Tomatis”. Asimismo este eminente médico, elaboró un nuevo modelo de crecimiento y desarrollo del oído humano y reconoció que el feto escucha sonidos dentro del útero materno (tales como los movimientos de la digestión, los ritmos cardíacos y la respiración de la madre). Observó también que el recién nacido se relaja cuando oye la voz de la madre.
En 1993, Rauscher y colaboradores de la Universidad de California, publicaron los resultados obtenidos en una investigación realizada con grupos de estudiantes universitarios, a quienes se les expuso a escuchar durante 10 minutos una sonata de Mozart, logrando puntuaciones altas en las pruebas de habilidades visuoespaciales y cognitivas en general, así como un incremento transitorio del cociente intelectual. A este hallazgo se le denominó “efecto Mozart”.
Estudios posteriores han demostrado que el escuchar música de Mozart desencadena cambios de conducta (en relación a estados de alerta y calma), afectividad (induce estados emotivos) y metabólicos (aumento del contenido de calcio y dopamina en el cerebro).
Las investigaciones que se han referido al efecto de la música sobre el cerebro infantil, han coincidido en que ésta provoca una activación de la corteza cerebral, específicamente las zonas frontal y occipital, implicadas en el procesamiento espaciotemporal.
Asimismo al evaluar los efectos de la música a través de registros de electroencefalogramas, se ha encontrado que la música no sólo genera el desarrollo de habilidades, destrezas o capacidades desde la perspectiva de la música, sino además fortalecen sustancialmente la calidad de los aprendizajes en los niños provocando:
• Aumento en la capacidad de memoria, atención y concentración.
• Mejora en la habilidad para resolver problemas matemáticos y de razonamiento complejos.
• En la manera de expresarse.
• Introduce a los niños a los sonidos y significados de las palabras y fortalece el aprendizaje.
• Brinda la oportunidad para que los niños interactúen entre sí y con los adultos.
• Estimula la creatividad y la imaginación infantil.
• Al combinarse con el baile, estimula los sentidos, el equilibrio, y el desarrollo muscular.
• Provoca la evocación de recuerdos e imágenes con lo cual se enriquece el intelecto.
• Estimula la espontaneidad, la perseverancia, la confianza en uno mismo, y la adquisición del esquema corporal. En definitiva, la capacidad de aprendizaje.
No quedan dudas que el beneficio de la música trae un buen desarrollo infantil, brindémosle entonces a nuestros niños un espacio para desarrollar esta habilidad.
miércoles, 25 de agosto de 2010
Alertan sobre el sobrepeso infantil
Con una oferta tecnológica creciente y escasos incentivos para la actividad física, el sedentarismo infantil crece de manera "alarmante"; como consecuencia, se incrementa el sobrepeso y la obesidad en niños y adolescentes. De allí la importancia de aumentar la cantidad y la calidad del ejercicio para mejorar el desarrollo físico y motor de los chicos en edad escolar.
Este año la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) informaron que más del 50% de la población mundial vive en ciudades y, en consecuencia, reduce la actividad física y consume alimentos procesados con muchas calorias y menos frutas y verduras frescas.El sedentarismo es una epidemia y la actividad física es un antídoto contra ella. Hay que saber que una sociedad quieta pierde capacidad vital.
Las cifras muestran que uno de cada cuatro niños y adolescentes padecen de obecidad o sobrepeso. El sobrpeso es mayor entre los 10 y los 12 años de edad que a los 16 años.
En la última Jornada Nacional sobre Obesidad y Factores de Riesgo Cardiovascular, realizada en Madrid, España, se diagnosticó la obesidad infantil como una enfermedad emergente. Tanto en Europa como en Estados Unidos, desde los años noventa hasta hoy, la incidencia de la obesidad infantil se ha duplicado. España se ha convertido en el cuarto país de la Unión Europea con mayor número de niños con problemas de sobrepeso, presentando un cuadro de obesidad en un 16,1% entre menores de 6 a 12 años de edad, superado apenas por los datos de Italia, Malta y Grecia. Un hecho alarmante en una sociedad que lleva en su "currículo" una de las mejores dietas alimentares del mundo: la dieta mediterránea, y en el cual hace solo cinco años presentaba apenas un 5% de menores obesos.
La obesidad en la infancia compromete la salud. Se puede diagnosticar problemas como diabetes tipo 2, hipertensión arterial, y niveles altos de colesterol. Aparte de eso, los niños pueden desarrollar problemas psicológicos. Las bromas, la intimidación, o el rechazo por parte de sus iguales, pueden llevarles a que tengan una baja autoestima. Son marginados por el aspecto que tienen, y todo ese cuadro pueden generar trastornos como la bulimia, la anorexia, la depresión, y llevarles a tener hábitos extremos como el consumo de drogas y otras sustancias nocivas.
Según los expertos, la obesidad cuando se manifiesta en la infancia y persiste en la adolescencia, y no se trata a tiempo, probablemente se arrastrará hasta la edad adulta.
viernes, 20 de agosto de 2010
Intereses y participación activa son claves en aprendizaje infantil
Intereses y participación activa son claves
en aprendizaje infantil
Proceso favorece la autoconfianza y autoimagen positiva
Se debe reforzar la equidad de género en las aulas
Alejandro Lizano Fernández
alizano@uned.ac.cr
(20 de agosto, 2010) La promoción del aprendizaje significativo mediante estrategias pedagógicas adecuadas es la pauta que marca la diferencia en el aprovechamiento del trabajo en la sala de clase.
Este fue el tema investigado por Rosa María Hidalgo Chinchilla y Helen Roxana Valverde Limbrick. El proyecto lo desarrollaron en el ciclo materno infantil de la Escuela José Figueres Ferrer, ubicada en Sabanilla de Montes de Oca.
Los niños deben ser libres para proponer y crear en su autoaprendizaje.
Ambas especialistas en Educación Preescolar realizaron un trabajo de observación con 24 niños entre cuatro años y cinco años. La muestra fue tomada al azar. Ellas analizaron la incidencia de las estrategias pedagógicas en el aprendizaje significativo.
El aprendizaje significativo fue propuesto por el psicólogo y pedagogo estadounidense David Ausubel (1918-2008). “Ausubel propone que el aprendizaje debe ser significativo para todas las personas. Para eso, es necesario que parta de lo que ya tiene”, afirma Valverde.
Ella agrega que: “por ejemplo, un aprendizaje relacionado con una experiencia vivida nos va a hacer pensar e interesarnos más en el tema; lo vamos a recordar también ¿por qué no? La memoria es importante en el aprendizaje, aunque algunos digan lo contrario”.
Los niños participaron en actividades individuales y grupales, siempre guiados por una maestra. Ella los animaba con actividades de preguntas, canciones, trucos de magia, fotografías para saber qué temas deseaban estudiar en clase. El objetivo era saber qué les gustaba y qué no para poder motivar el proceso de aprendizaje.
Valverde explica que “los niños parten de sus intereses y sus experiencias previas para el desarrollo de actividades en la sala de clase. Dice Ausubel que ‘se aprende lo que se comprende’ porque si no estamos entendiendo no nos va a interesar. Hay que encontrarle sentido a lo que estudiamos. Hace años estudiábamos sin partir de algo conocido y por eso era bastante difícil.”
Las investigadoras encontraron que se debe reforzar la equidad de género para que haya más democracia dentro del aula, lo cual es parte de la autonomía personal y la autoimagen positiva. Asimismo, recomendaron que los infantes utilicen los cinco sentidos para conocer el mundo mediante sensaciones y estímulos.
“Nosotras queríamos entender qué ocurre en la sala de clase, cómo están aprendiendo los niños, por lo menos en este centro educativo; y qué está haciendo la maestra para su aprendizaje; un aprendizaje que sea duradero y, además, relevante para los niños y sus familia”, puntualiza Valverde.
miércoles, 4 de agosto de 2010
Ciclo de Talleres Gratuitos
miércoles, 14 de julio de 2010
Libro sobre la Tolerancia
miércoles, 30 de junio de 2010
Física Divertida
lunes, 28 de junio de 2010
Vacaciones Entretenidas
Las vacaciones pueden ser la oportunidad perfecta para fortalecer la relación con los hijos y brindarles la atención y dedicación que requieren. No los dejes durante largas horas mirando televisión, proponles unas vacaciones diferentes.
Crearte les acerca experimentos para hacer en casa, aprende a usarlos y utilízalos con tus peques, lo van a disfrutar.
Jabón de Glicerina
lunes, 21 de junio de 2010
Mobbing Laboral
Mobbing laboral.-
Por: Néstor Morera Víquez y Patricio Morera Víquez.- “Estoy harto de mi jefe, todos los días molestándome sin razón, me hostiga y me humilla frente a los compañeros, creo que prefiero buscar un nuevo trabajo, mi tranquilidad vale más que todo”. Expresiones como esta, son cada vez más frecuentes en los distintos ambientes laborales de hoy en día. Trabajadores que se sienten asfixiados dentro de su propio entorno laboral cotidiano, con ocasión de las burlas, el choteo, las faltas de respeto o bien, del hostigamiento de su patrono o de sus compañeros.
El llamado mobbing laboral no es un tema reciente; la degradación reiterada y continua de un trabajador hasta producirle un estado de ofuscación psicológica, ha sido una práctica habitual en muchos ambientes laborales, no obstante, poco a poco ha comenzado a analizarse y a discutirse en los distintos ámbitos académicos de diversas disciplinas como: el derecho, la sociología, la psicología, etc. Por ejemplo, durante los años ochentas, el investigador Dr. Heinz Leyman, basado en las investigaciones de Charles Darwin y Konrad Zacharias Lorenz, observó que los comportamientos hostiles a largo plazo que se daban entre algunas especies de animales, también ocurrían en lugares de trabajo; el Dr. Leyman denominó esas situaciones como mobbing laboral, y lo definió como el “fenómeno en que una persona o grupo de personas, ejercen una violencia psicológica extrema, de forma sistemática y recurrente y durante un tiempo prolongado, sobre otra persona, en el lugar del trabajo, con la finalidad de destruir las redes de comunicación de la víctima, destruir su reputación, perturbar el ejercicio de sus labores y lograr finalmente que esa persona abandone el lugar de trabajo”. A efectos de lograr una mejor comprensión, es necesario precisar ciertos detalles de este fenómeno. El mismo puede darse tanto de manera vertical como horizontal. Esto quiere decir que es posible que se presente en la relación patrono-trabajador, como en la relación trabajador-trabajador. Esta última, cuando existe una tolerancia pasiva del empleador, quien omite acciones para corregir el problema. El mobbing también requiere que el hostigamiento y los abusos se den con frecuencia y no como hechos aislados.
De lo acotado anteriormente, debemos extraer ciertos elementos de importancia para determinar, sin confusiones, si en la situación particular, un individuo es víctima de este fenómeno o no. :
1. Es ejercido intencionalmente (La conducta persigue únicamente dañar la dignidad del trabajador, ya sea a nivel personal o laboral) por una persona o grupo de personas, tanto en relaciones laborales verticales como horizontales.
2. Se da una “persecución” a nivel psicológico de la persona, que se puede manifestar en conductas que afecten directamente su autoestima o su dignidad profesional.
3. La situación de acoso se da recurrentemente y se mantiene por un periodo prolongado de tiempo.
4. Lo que busca el acosador es destruir las redes de comunicación de la víctima, destruir su reputación, perturbar el ejercicio de sus labores, hasta lograr que la persona abandone el lugar de trabajo.
Es importante no confundir el fenómeno del mobbing laboral con figuras como el estrés laboral, desgaste profesional, acoso sexual, conflicto laboral u obligaciones profesionales; las cuales cuentan con su propio desarrollo normativo y jurisprudencial. Asimismo, el acoso laboral debe implicar acciones dirigidas contra una persona con la intensión de deteriorar su autoestima o su dignidad profesional de manera recurrente por un periodo extenso de tiempo. De igual forma, es necesario indicar que el mobbing laboral ocurre tanto a nivel vertical como horizontal. Con esto nos referimos a que es común pensar que el fenómeno bajo estudio, solo se da a nivel de patrono versus trabajador, sin tomar en consideración que puede ocurrir en el otro sentido, es decir trabajador versus patrono, o incluso entre compañeros de trabajo en igual jerarquía. No se puede precisar con exactitud qué factores son los que ocasionan que el acoso laboral vaya en aumento; sin embargo, podemos hacer acote en una serie de factores que permiten que las personas sean víctimas de este fenómeno, como los siguientes:
En la mayoría de las causas indicadas anteriormente, el acoso laboral se ocasiona por una perdida drástica en los valores de solidaridad, ayuda y sobre todo respeto a la dignidad de las personas.
Al ser el mobbing laboral un fenómeno de carácter progresivo, el mismo se manifiesta en una serie de etapas. En un estudio realizado por la Procuraduría General de la República , se consideró que el mobbing laboral se da en cinco etapas, lo que no infiere que sean las únicas, pero serán las estudiadas en el presente artículo.
Etapa 1: Se da un incidente crítico, un conflicto que se desarrolla poco a poco entre el acosador y su víctima.
Etapa 2: Es la fase de acoso y estigmatización, donde se observan los comportamientos violentos, contra la dignidad personal y laboral de la víctima, en forma repetitiva.
Etapa 3: Cuando interviene la Dirección, es decir una línea jerárquica ascendente: jefes, gerentes o directores, se tiene a responsabilizar a la víctima y no al acosador, lo que provoca que la persona sufra una re-victimización.
Etapa 4: En razón de la fase anterior, se decide enviar a la víctima a ayuda especializada fuera del lugar de trabajo, donde generalmente se da un diagnostico incorrecto de la situación, se le dice a la persona que sufre de este fenómeno que lo que tiene es estrés, depresión, personalidad paranoide, entre otras enfermedades de índole similar.
Etapa 5: Finalmente, se da la renuncia o la salida de la persona víctima del mobbing laboral de su lugar de trabajo.
Siguiendo este orden de ideas, en un estudio realizado por la Universidad Nacional en el año 2006, se puntualizan los siguientes comportamientos como acoso laboral: Restringir a la víctima las posibilidades de hablar con sus compañeros, separándola físicamente o prohibiendo conversarle, Obligarle a ejecutar tareas contra su voluntad, sin sentido o degradantes, o no asignarle trabajo; Juzgar su desempeño de manera ofensiva, Cuestionar sin razón sus decisiones, Retirarle la palabra o ignorar su existencia; Criticar permanentemente forma de actuar o de pensar o su vida privada, Terror telefónico; Ridiculizar, burlarse o atacarle públicamente, Difundir rumores o hablar mal de ella a sus espaldas; Gritar, insultar, amenazar y hasta agredir físicamente, Control estricto de sus acciones.
En lo que respecta a la legislación costarricense en materia de trabajo, el mobbing laboral, no se encuentra tutelado expresamente por norma alguna. Sin embargo, a raíz de su estudio en otras latitudes y de los preceptos establecidos en algunos Convenios Internacionales, la Sala Segunda de la Corte Suprema de Justicia, se ha pronunciado declarando su existencia y aplicación en nuestro país. Se ha reconocido la pertinencia del abandono del centro de trabajo con responsabilidad patronal cuando la situación del hostigamiento sea intolerable para el trabajador. Antes bien, la dificultad que presenta el reconocimiento de este derecho, es que el onnus probandi o carga de la prueba corresponde al trabajador, él cual muchas veces se encuentra un una posición más débil dentro de la relación, lo que puede devenir en dificultades para obtener fundamento probatorio que sustente su derecho.
Fuentes consultadas:
miércoles, 9 de junio de 2010
Como Orientar a los Adolescentes en la Secundaria
En este sentido, la principal ayuda que los padres pueden y deben dar a los hijos adolescentes es tener actitudes positivas hacia ellos.
Los adolescentes necesitan de sus padres mucho más de lo que están dispuestos a admitir, aunque quizás quieran que ellos estén presente bajo condiciones distintas que en su infancia. Algunos padres malinterpretan las señales que sus hijos les dan y se alejan demasiado rápido.
A la edad de nueve años, aproximadamente el 75 por ciento de los padres reportan un alto nivel o un nivel moderado de participación en las actividades escolares, pero para los jovencitos de 14 años, el nivel de participación de los padres se ha reducido al 55 por ciento. Y en los años de la secundaria, el nivel se reduce aún más.Los estudios científicos demuestran que los adolescentes se desarrollan mejor en la escuela cuando sus padres participan en sus vidas y que la educación funciona mejor cuando los maestros y los padres trabajan juntos.
Para lograr un trabajo autónomo y exitoso en los adolescentes es conveniente que:
viernes, 4 de junio de 2010
La música alimenta el alma
miércoles, 19 de mayo de 2010
La depresión en los niños
Son muchas las teorías que intentan explicar esta realidad y múltiples los modelos que lanzan hipótesis sobre las causas de la depresión infantil. Afortunadamente, los avances en este campo son cada día mayores y, tanto psicólogos como psiquiatras, progresan en el estudio y la comprensión de este trastorno y de los factores biológicos, psicológicos y sociales que lo alimentan.
•Estado de ánimo triste o irritable.
•Desinterés o ausencia de placer en actividades agradable.
•Cambios psicofisiológicos que pueden afectar al sueño y al apetito.
•Cambios psicomotores que influyen en sus niveles de energía y su grado de actividad.
•Cambios cognitivos que interfiere en la capacidad de pensamiento, concentración y decisión.
Durante la infancia predominan los componentes psicofisiológicos mientras que en la pubertad y la adolescencia adquieren mayor relevancia las cogniciones y la aparición de problemas sexuales.
Para conocer si un niño presenta depresión debe ser evaluado con técnicas psicológicas y, si procede, con pruebas médicas. Es evidente que los padres deberán reaccionar acudiendo a los especialistas, ante la más mínima sospecha sobre la aparición de alguna de las características arriba indicadas. No obstante, cabe señalar un par de observaciones que ayuden ante esta decisión:
•La diferencia entre la tristeza normal y el estado de ánimo triste propio de la depresión no es sólo cualitativa sino cuantitativa. El niño deprimido está triste con más intensidad, durante más tiempo y con mayor frecuencia que en otros momentos.
•Las conductas de los adultos que conviven en el entorno de un niño que comienza a presentar síntomas de depresión tienden a hacer que éste empeore y que incluso estos síntomas lleguen a convertirse en crónicos.
Esto puede ocurrir cuando se demora la intervención de los especialistas y se aplican -se entiende que inadvertidamente y llevados por la preocupación- reforzadores positivos a las conductas características de la depresión, en forma de mayor interés y mayor atención cuando el niño se siente triste, desanimado, abatido, llora, deja de comer, no juega..., pasando desapercibidas y, por tanto, no valoradas otras conductas más deseables y propias del niño feliz y sano.
domingo, 16 de mayo de 2010
Hábitos para dormir
- Desde que nacen tenemos miedo que les pase algo si se encuentran solos en la cuna y no dormimos pensando si le da muerte súbita, ahogo, vómito... Entonces los llevamos a nuestra habitación y muchas veces a nuestra cama.
- No establecemos horarios para dormir.
- No hacemos rutinas para dormir como bañarlos, leerles un cuento, generar un ambiente para dormir.
- En edades pequeñas no les permitimos hacer siesta porque pensamos que si no duermen estarán más cansados por la noche y se dormirán más temprano. Esto no funciona así ya que entre más cansados, se vuelven más irritables.
- Establezca un horario para ir a la cama que permita que su niño o niña despierte al día siguiente cumpliendo la cantidad de horas de sueño que le corresponde. Esto quiere decir que si el día en su familia inicia a las 7:00 a.m., entonces su hijo o hija debe estar durmiendo a las 8:00 p.m. o a más tardar las 9:00 p.m., por lo tanto deben cenar unas dos horas antes y debe iniciar la rutina para acostarse una hora antes. Así evitará que amanezca irritado o irritada, no tendrá dificultades para desayunar (otro elemento fundamental para el crecimiento).
- Haga una estrategia para dormir. Pueden ser diferentes cosas: bañarlo o bañarla en agua tibia para prepararse a dormir, lave los dientes (esto quiere decir que cenaron antes), ponga la pijama (no haga cosas como dejar que sus hijos e hijas se duerman con la ropa que andan o mueran de cansancio viendo televisión o el automóvil). Después de la pijama, llévelos a su cama, ponga una luz tenue, leales un cuento y que duerman. Durante el proceso del baño ya sea que se duchen o cuando se lavan los dientes, es importante que realicen cualquier necesidad fisiológica para que no sufran accidentes mientras duermen. También puede aplicarles una crema relajante antes de la pijama y hacerles un pequeño masaje.
- Recuerde, esta técnica solo funciona si usted tiene un proceso claro durante el día y cumple los horarios para que no hayan mayores imprevistos. No espere que después de un día de fiesta, esto sea sencillo. Tampoco espere que si lo aplica por primera vez, rompiendo con malos hábitos, esto resulte desde el principio. Sea persistente y en menos tiempo del que imagina, logrará imponer un nuevo hábito.
- Si sus hijos son todavía pequeños, en edades preescolares, necesitan de un reposo a mitad del día, esto puede ser justo después del almuerzo. Aunque no duerma, es importante descansar sin ruido, televisiones u otros estimulantes. Si sí duerme, no permita que sea más de una hora.
- Si su hijo o hija ha estado acostumbrada a dormir en el cuarto de papá y mamá, debe generar una nueva rutina para que duerma en su propio cuarto. Inicialmente su hijo o hija querrá romper esta regla y pasarse con usted, no permita esto, llévelo cuantas veces sea necesario a su cama. OJO, no inicie otro nuevo mal hábito quedándose a dormir con él o ella.
- También, usted puede cerrar la habitación de mamá y papá para que su hijo o hija no ingrese. Será doloroso escucharlo llorar del otro lado de la puerta pero esto solo resultará si usted es persistente. Su pequeñín se cansará y se dormirá. Si su hijo o hija tiene 7 años, puede dejarle llorar hasta siete minutos y luego decirle "no te vamos a dejar entrar, tu tienes tu propia habitación, ve a dormir". El tiempo de llanto es proporcional a su edad, antes de salir a contenerlo emocionalmente.
- No renuncie a su objetivo. Recuerde que usted, en el momento en el que decide ser madre o padre se convierte en educador. Todo esto desarrollará tolerancia a la frustración en su hijo o hija y le permitirá tener muchas buenas noches en el futuro cercano.
- Sea equipo con su pareja. Tanto mamá como papá deben estar de acuerdo en que quieren llevar esto acabo, de lo contrario no resultará.
- Puede, si va a hacer un cambio en la rutina, preparar a su hijo o hija, indicarle que esa noche dormirá en su habitación. Si está dentro de sus posibilidades, llévelo a comprar una luz pequeña de las que se conectan en el enchufe y quedan ahí indicando un punto tenue de luz. Si el problema no es el miedo a la oscuridad, puede comprarle una nueva pijama, cobija o cualquier otro elemento siempre y cuando le indique que esto se debe al cambio que se dará.
- ¡No le pregunte! ¡Infórmele! Uno de los grandes errores que cometemos es preguntar "Mi amor, ¿qué te parece si a partir de hoy duermes en tu camita?", cuando la frase correcta es "Mi amor, a partir de hoy vas a dormir en tu camita, vamos a hacer... (baño, cena, etc., indicando los cambios)".
jueves, 6 de mayo de 2010
Detección temprana en problemas de aprendizaje
Aunque no se conocen cifras exactas, los expertos calculan que cerca del 15 por ciento de los niños y jóvenes de edad escolar sufre algún trastorno del aprendizaje. La cifra, sin embargo, puede ser mucho más alta si se tiene en cuenta que muchas veces estos problemas evolucionan sin ser detectados, o son interpretados por los padres como simples fallas del comportamiento, sin que reciban la atención especializada para corregirlos. De cualquier forma, estos trastornos influyen de manera negativa sobre una o más habilidades básicas del estudiante. Pueden disminuir, por ejemplo, su capacidad para deletrear una palabra, hacer razonamientos matemáticos o interpretar un texto que acaba de leer. Asimismo, pueden afectar, en distintas dimensiones, su capacidad para recordar, escuchar e inclusive para hablar.
Estudios científicos prevén que los trastornos del aprendizaje se producen a partir de fallas en el sistema nervioso del niño, específicamente en la forma en que está estructurado el cerebro o en el flujo de las sustancias químicas que hacen parte de sus composición. El asunto es que estas anomalías hacen que el estudiante perciba e interprete la información de una forma no adecuada. Los expertos creen que ciertas predisposiciones genéticas, problemas durante la gestación y algunas condiciones externas, entre otros factores, están relacionados con la aparición de estos trastornos.
Los factores genéticos son los que más peso tienen en esto. Los otros factores son perinatales: alguna falta de oxígeno u otro problema menor en el momento de nacer pueden originar este tipo de deficiencias. También hay aspectos del medio ambiente. Por ejemplo, parece que la toxicidad de los espermatozoides por el consumo continuo de alcohol altera los cromosomas y eso se refleja en un trastorno del aprendizaje".
Los trastornos del aprendizaje son de varios tipos y se manifiestan de diferentes maneras en cada caso. Entre los más consultados ante los especialistas están la dislexia, problema que genera dificultades para entender oraciones y párrafos leídos; la disgrafía, caracterizada porque el estudiante no puede dibujar bien las letras o manejar el espacio en donde escribe; y la discalculia, una anomalía relacionada con la habilidad para entender conceptos y resolver ejercicios matemáticos. Se presentan también los llamados 'trastornos de procesamiento auditivo o visual' que se detectan cuando el estudiante tiene dificultades para comprender el lenguaje, aunque sus facultades para ver y para oír sean normales.
Identificar un problema de aprendizaje no es tarea fácil, pero puede dañar el futuro profesional de un menor. Por eso los especialistas recomiendan que los padres, o quien acompañe al niño en sus deberes escolares, presten atención a varios síntomas que pueden estar alertando sobre la presencia de alguno de estos trastornos. Un niño impulsivo, que se mueve demasiado mientras estudia o ve televisión, no sigue instrucciones correctamente o no puede concentrarse, probablemente necesite ayuda especializada para identificar cuál es el trastorno que padece y qué hacer para controlarlo. Trabajar con demasiada lentitud, invertir el orden de las letras u omitir alguna de ellas y tener un vocabulario pobre para la edad del niño, también son señales de alerta que los adultos deben estudiar.
Cabe aclarar que la mayoría de los niños puede tener alguno de estos síntomas, sin que ello responda a un trastorno psicológico; sin embargo, si presenta dos o más en un tiempo prolongado, probablemente sí lo tenga. De otro lado, antes de considerar la posibilidad de que estas señales sean la manifestación de un trastorno de esta naturaleza, es necesario asegurarse de que el estudiante tenga niveles visuales y auditivos normales. Para ello, es recomendable que, desde muy pequeño, acuda a exámenes periódicos con optómetras y expertos en fonoaudiología o terapista del lenguaje.
Para detectar estos trastornos es necesario tener en cuenta la etapa evolutiva del niño. En edad preescolar, por ejemplo, puede que muestre dificultades en la pronunciación, retrasos en el desarrollo motor, o problemas para identificar colores y formas. Más adelante, en los últimos grados de la educación básica y los primeros de la secundaria, probablemente se tarde en aprender la relación que existe entre las letras y los sonidos, tenga dificultades para recordar datos, o evite leer en voz alta.
• Ochenta (80%) por ciento de los estudiantes con un problema de
aprendizaje tiene dificultades leyendo.
• Noventa y tres a noventa y cinco (93-95%) por ciento podrá leer con normalidad al final del segundo grado si recibe la ayuda adecuada.
• Setenta y cinco (75%) por ciento de los niños(as) que reciben ayuda después de los nueve años de edad padecerá a lo largo de toda su vida dificultades leyendo.
La detección temprana permite dominar casi en su totalidad los problemas de aprendizaje.
sábado, 1 de mayo de 2010
miércoles, 28 de abril de 2010
Técnicas antiestrés: cómo preocuparse menos y disfrutar más
Los síntomas más frecuentes: nerviosismo, pérdida de concentración, irritabilidad, dificultades para dormir, cefaleas, palpitaciones, dolores musculares, etc. "A nivel cardiovascular, el estrés desencadena una serie de respuestas destinadas a preparar al organismo para la acción, produciéndose entonces el aumento de la frecuencia cardíaca y la presión arterial, y la vasoconstricción de los vasos sanguíneos superficiales" .
Ante este panorama, la medicina tradicional parece no alcanzar: "Hay una inercia de la medicina formal que está muy vinculada con la enfermedad: se normaliza la presión, la glucemia, el colesterol del paciente, y se lo medica para que se sobreadapte a la vida de lleva, sin ir más allá y tratar de que revea su manera de vivir la realidad y generar un cambio", dice el doctor Carlos Martínez Sagasta, director médico asistente del Hospital Británico . En ellos se encargan de la prevención primaria: la idea es poder asumir actitudes diferentes a las habituales para evitar la enfermedad. "Descubrimos las necesidades en particular y fijamos metas basadas en publicaciones científicas", cuenta Martínez Sagasta.
La forma de trabajo radica en tratar a la persona de forma holística: cuerpo-mente-espíritu. "Se comienza con la toma de conciencia a través de cuestionarios, ejercicios de visualización, técnicas gestálticas, material informativo y discusiones grupales. Así, el participante consigue estar en condiciones de establecer metas concretas y de implementar las estrategias para lograrlas", detalla Rojo Bach.
Daniel López Rosetti, comparte el abordaje desde las fortalezas y debilidades y agrega: "Los tests psicológicos cognitivos, determinar los estilos de conducta, los exámenes físicos y los tests que miden la calidad de vida aportan más información sobre cómo tratar a las personas con estrés, muchas de las cuales no saben qué hacer con su propia vida".
En el caso de los talleres, el trabajo en grupo actúa como refuerzo y acompañamiento en la consecución de las metas, y resulta importante para evidenciar problemas comunes con sus pares. "Aunque están contempladas consultas o consejos en forma particular", destaca Martínez Sagasta.
Otro camino
Por su parte, el Mindfulness o Atención Plena, técnica nacida en 1979 en el Centro Médico de la Universidad de Massachussets y presente en Argentina desde hace 10 años, sigue atrayendo seguidores. "En los últimos dos años se observó un crecimiento de más del 50% de las personas interesadas en practicarla", dice la licenciada María Noel Anchorena, y asegura que desde enero tienen lista de espera para los cursos que se inician este mes (por abril).
Esta práctica, recientemente integrada a la medicina y psicología occidentales, consiste en prestar atención de manera consciente a la experiencia del momento con interés, curiosidad y aceptación. "El estrés impide lograr objetivos personales, alcanzar las metas, porque distrae del momento presente. La práctica del Mindfulness hace que uno esté más atento a las situaciones que vive y le ayuda a regular las emociones, a autorregularse", amplía Anchorena.
El programa Mindfulness-based-stress-reduction (MBSR) consiste en un entrenamiento intensivo de reducción de estrés; los cursos son grupales, duran dos meses (1 vez por semana, 2 horas y media), y el participante se compromete a entrenar su mente diariamente.
"Cuanto más atenta al ahora y a las cosas de la vida cotidiana esté la persona, más preparada estará para modificar y generar estados de relajación y reducción de estrés; podrá recuperar el balance mente-cuerpo, que permite parar, detenerse, observar y, desde allí, dar una respuesta adecuada frente a los estímulos", agrega la especialista.
Tomar conciencia del cuerpo, de los pensamientos y las emociones, observar el cuerpo, realizar ejercicios de flexibilidad corporal (no son posturas de yoga), meditar caminando son algunas de las técnicas utilizadas en los talleres. "El entrenamiento les permite integrar el Mindfulness a su vida diaria: cuando viajan, están comiendo, con sus hijos, en una reunión... El saber lo que están haciendo y lo que les está pasando", concluye.
En cuanto a la actividad física, dada la falta de tiempo (o la imposibilidad de hacérselo) hay quienes sugieren hacer tandas de ejercicios repartidas a lo largo del día. "Sólo es aconsejable para personas que están muy ocupadas y no tienen un espacio para dedicarle más tiempo. El ideal es que trabajando mejor el manejo de los tiempos se permitan una actividad física más sostenida", afirma Martínez Sagasta. En tanto, su colega López Rosetti apunta: "Lo que no debe abandonarse nunca es la actividad física aeróbica. Nada mejor que una caminata con ritmo sostenido para combatir el estrés".
Las técnicas de respiración para relajarse y encontrar su propio eje también están en lo alto en este sentido. Pablo Faga, publicista e instructor de El Arte de Vivir , una organización internacional sin fines de lucro cuyo líder es el hindú Sri Sri Ravi Shankar, explica: "La respiración está íntimamente ligada a las emociones. Si la persona está estresada, el ritmo es corto. Aprendiendo a respirar, se revierten esos ritmos y se equilibran el cuerpo y la mente. La mayoría de las personas experimenta una desintoxicación en los primeros días".
En la Fundación Indra Devi , a la práctica de la respiración se suma el yoga: "A través del manejo consciente de la respiración podemos liberarnos de las molestias que nos aquejan. Pero para llegar al estado de profunda relajación es indispensable preparar el cuerpo y la mente, acompañándolo de una respiración consciente y rítmica", dice David Lifar, director de la Fundación. Una manera más de desarrollar el músculo de la concentración.
Para cada cual, un camino
Cada persona es un mundo dice el dicho popular, y algo de cierto tiene, porque en general no todas las recetas son para todos. "Probablemente a algunos no les haga bien el yoga, o no les interese practicarlo. Lo fundamental es desarrollar un sano egoísmo, es decir, hacer las cosas que nos den placer: leer, pescar, ir al cine...", propone el doctor López Rosetti.
Rojo Bach coincide: "Si la persona es acelerada, le recomendamos yoga; pero si lo que necesita es descontracturarse, le sugerimos tomar clases de baile; hay otras a las que hay que enseñarles a divertirse... Para cada una existe una herramienta adecuada".
miércoles, 21 de abril de 2010
La fobia escolar, el no querer ir a clases.
Es hora de ir a la escuela, el niño se queda en la cama, se niega a prepararse, a subir al automóvil o autobús o a bajarse cuando llega al colegio. Se queja respecto a la escuela, llora, hace pataletas, puede salir corriendo cuando siente la presión de ir a estudiar. El niño o adolescente pueden manifestar deseos de ir a la escuela pero cuando llega la hora de hacerlo resultan incapaces de maneja. ¿Es esto una fobia escolar?
En la fobia escolar el miedo fundamental no es el de ir a la escuela, sino el de dejar el hogar y separarse de la familia. Habitualmente se habla de fobia escolar porque se manifiesta con la escuela, son niños que se muestran con un alto grado de ansiedad, temerosos al contacto con otros niños y también con otros adultos. Las fobias son desproporcionadas a la situación que desencadena la respuesta de miedo y están relacionadas con estímulos que no son objetivamente peligrosos. Interfieren considerablemente en la vida cotidiana del niño en función de las respuestas de evitación, ellos no sabrán explicar exactamente qué es lo que les provoca toda esa ansiedad, pero cualquier tema relacionado con el colegio les produce rechazo. El temor se da de forma difusa, y lo llamativo es que la calma les llega al regresar de la escuela y vuelve a aparecer cuando tiene que acudir de nuevo.
Los temores, tienden a darse con más frecuencia entre los 3 y 4 años, o entre los 11 y 12 años, y afecta a más niños que niñas. Su comienzo en los más pequeños es repentino, mientras que en mayores y adolescentes es más gradual, de carácter más intenso y grave y con peor pronóstico. La fobia a la escuela viene precedida o acompañada de síntomas físicos de ansiedad (taquicardia, trastornos de sueño, pérdida de apetito, palidez, nauseas, vómitos, dolor de cabeza, dolor abdominal) y de una anticipación de consecuencias negativas asociadas a la escuela, así como de una relación muy dependiente con la madre. El resultado es la conducta de evitación. La fobia escolar está asociada a otros trastornos clínicos, como la depresión y una baja autoestima.
Estos temores no pueden ser eliminados racionalmente porque están más allá del control voluntario, para ello será necesario que se le ofrezca ayuda especializada para que pueda superarlo y que además no pierda el ritmo de las clases.
Pero antes de decidirnos a llevar al pequeño al psicólogo, la primera visita que debe hacerse es al pediatra para que sea él el que descarte cualquier otro tipo de problema.
Consejos:
· Es necesario hablar con el niño e ir haciendo que se incorpore a las actividades escolares de forma progresiva. Si se hace cumplir la regla de la asistencia diaria a la escuela, el problema de la fobia escolar desaparecerá gradualmente. En cambio, si no le exige que asista diariamente, los síntomas físicos y el deseo de quedarse en casa se volverán más frecuentes. Cuanto más tiempo pase el niño en casa, tanto más difícil le resultará volver a la escuela. Podrían estar en juego la vida social y la educación futura.
· No reforzar las conductas de evitación (quedarse en casa).
· No se debe prestar atención a los comentarios negativos del niño en referencia a la escuela y, sobre todo, es importante no reforzar las ideas que tiene sobre el colegio. Hablar en casa siempre positivamente de todo lo relacionado con lo escolar, manifestar Interés por su asistencia al centro escolar y la tarea desarrollada en él.
· Ayudar al niño a establecer rutinas también le beneficiará, unido a que el niño establezca las relaciones de los amigos del colegio también fuera de él, así tomará más confianza y se verá más protegido.
· Cuando el niño se alborota al separarse de los padres, la mejor estrategia es informarle, calmadamente, que el padre/ madre regresará y que el niño tiene que quedarse, entonces debe irse rápido. Una separación firme, rápida y con cariño es mejor tanto para los padres como para el niño.
· Facilitar y favorecer al máximo la comunicación.