sábado, 16 de enero de 2010

Migraña: una alternativa desde la psicología conductual


M.Ed. Andrea Cuenca Botey

La medicina conductual es un modelo que intenta integrar distintas disciplinas para el tratamiento de enfermedades que atañen tanto la salud física como psicológica. Según Godoy (1991) citando a Schwartz y Weiss (1978), la medicina conductual es:

...el campo interdisciplinario relacionado con el desarrollo y la integración del conocimiento y técnicas de las ciencias conductuales y biomédicas relevantes para la salud y la enfermedad y la aplicación de ese conocimiento y estas técnicas a la prevención, diagnóstico, tratamiento, rehabilitación. (Pág. 250)

Desde esta perspectiva, el modelo cuenta con una serie de técnicas y procedimientos que facilitan los procesos terapéuticos, adecuándose a las características y singularidades de cada paciente.

En el caso de la migraña, esta debe su efecto tanto a aspectos de origen fisiológico como relacionado con el estilo de vida de cada persona y su interacción con el medio, por tal razón la intervención desde la medicina conductual permite una penetración amplia en el contexto relacionado con la enfermedad, tratamiento y prevención.

La migraña es una enfermedad que consiste en dolores de cabeza fuertes que inician generalmente de un solo lado de la cabeza y pueden extenderse al resto, pueden ir acompañados de nauseas, vómitos, sensibilidad hacia la luz y el sonido. El dolor se manifiesta por latidos o vibraciones en la cabeza y es recurrente, es decir la persona lo sufre cada cierto tiempo y su aparición puede asociarse a situaciones que le causan estrés, también puede ser provocada por ciertos alimentos, el consumo de alcohol, la menstruación, irregularidades de sueño, exceso de ejercicio, la vida nocturna, y el uso de drogas. Muchas veces puede influir el factor hereditario. La duración del dolor varia dependiendo de la persona y de su causa, puede ir desde dos horas hasta 72 aproximadamente. Dependiendo de la intensidad del dolor la persona puede curarse con sólo controlar las causas que la provocan, pero muchas veces el dolor paraliza las actividades diarias de la persona, como su desempeño laboral, estudiantil o social, por lo que es necesario aprender modos de prevenir y afrontar el dolor.

El procedimiento en medicina conductual considera diferentes momentos o fases para asegurar la efectividad del procedimiento. El primer paso es educar al paciente sobre el tratamiento y las opciones, sobre su padecimiento y la terapia. Posteriormente, se realiza la selección de técnicas y de ahí inicia la puesta en práctica.

La siguiente fase se llama Fase de adquisición de habilidades

El objetivo es asegurar que el cliente desarrolle la capacidad de ejecutar efectivamente las respuestas de afrontamiento elegidas, cuando esto es seguro se puede pasar a la siguiente fase.

Las técnicas en las que se entrenaría al paciente serían:

o Técnicas de respiración y relajación muscular progresiva: la ventaja cognitiva de este procedimiento es su valor en cuanto a incrementar la percepción que del propio auto control tiene el paciente.

o Técnicas de distracción: se le proponen al paciente actividades agradables o entretenidas en momentos de ansiedad o anticipación del dolor. Esta técnica permite dirigir los procesos de atención hacia otro tipo de estímulos, incrementando la posibilidad de generar procesos más adaptativos. El objetivo es que el paciente evite focalizarse en el síntoma o situación que precede al problema. Es importante que ésta sea definida por la persona y no por el terapeuta, para asegurar que realmente le cause placer y no dolor. Si la migraña es muy fuerte e incapacita a la persona a realizar alguna actividad se puede utilizar la distracción por visualización e imaginería.

o Auto observación y autorregistro: permite obtener información más precisa sobre las actividades del cliente. Permite además iniciar otras intervenciones destinadas a cuestionar el procedimiento negativo de la información.

o Autoverbalización y autorrefuerzo: se trata de la preparación de mensajes de enfrentamiento adaptativos que el paciente debe repetir antes, durante y después de situaciones estresantes. La repetición de tales mensajes ocupa la mente con un material pre-programado que compite con un procesamiento negativo de la información.

o Identificación de errores cognitivos: detención del pensamiento de cadenas cognitivas negativas: supone enseñar al paciente a reconocer sus errores de procesamiento. La identificación de tal procesamiento en uno de los tipos de error cognitivo es un paso previo fundamental para el cuestionamiento de sus pensamientos automáticos.

o Biblioterapia: esta técnica puede reforzar el conocimiento cognitivo del problema por parte del paciente.

Debe hacerse la aclaración de que ninguna de estas técnicas suele aplicarse indiscriminadamente a todos los pacientes.

Posteriormente, viene la fase de aplicación y consolidación

- Fase de aplicación de lo aprendido

El objetivo en esta fase consistiría en que el paciente una vez que experimente avisos de dolor emplee las técnicas enseñadas.

Se pretende que el paciente evite anticipar el dolor y empiece a aplicar las técnicas antes de que aparezca, durante y después de los episodios de dolor, de manera que desarrolle la conciencia y la confianza de que puede controlar el dolor.

Antes de enfrentarlos a situaciones estresantes, es conveniente entrenarlos para que sean capaces de generar por sí solos planes de afrontamiento que incluyan estrategias de:

Þ Preparación: se pretende que el paciente identifique síntomas o detonantes del dolor, analice las posibilidades y prepare el plan de afrontamiento.

Þ Afrontamiento: consiste en que una vez que se presente el dolor el paciente ponga en práctica las estrategias del plan diseñado.

Þ Prevención de crisis durante el afrontamiento: se debe disponer de alternativas a emplear en el caso de que la estrategia utilizada no tenga los efectos esperados.

Þ Recompensa por una ejecución correcta: es importante para la fase de consolidación que el paciente aplique constantemente la técnica de auto verbalizaciones positivas.

Þ Afrontamiento de fracasos y recaídas: es importante que el paciente disponga de estrategias de afrontamiento para la posibilidad de que se den fracasos. Anticipar esta posibilidad de un fracaso contribuye a superar su ocurrencia.

Para afrontar a las personas a la realidad se pueden emplear diversas técnicas: como utilización de modelos (el mismo terapeuta); ensayo imaginado y el afrontamiento al dolor.

Finalmente encontramos la fase de Valoración de la intervención y Seguimiento

1. Evaluación postratamiento

Asegurarse de que los sujetos saben y ponen en acción las estrategias aprendidas. Si la crisis es recurrente la valoración puede efectuarse al mes de terminado el entrenamiento, para así valorar la necesidad de re-entrenarse en ciertas técnicas.

Eto se puede hacer mediante la autoobservación o entrevistas.

2. Seguimiento

Puede hacerse entre 3 – 6 meses después de terminado el entrenamiento. Mediante las mismas técnicas: autoobservación, entrevistas, pero que permitan valorar también los cambios en la calidad de vida, específicamente si las técnicas le han permitido controlar el dolor y desempeñar adecuadamente sus actividades.

Recuerde que la psicología es una herramienta para usted, es importante que juegue con su salud por lo que en caso de padecer cualquier enfermedad, lo más recomendable es visitar un especialista. Cuente con nosotros, podemos ayudarle: psicocrearte.cr@gmail.com o al (506)2283-6798.

BIBLIOGRAFÍA

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Buela, C. y Caballo V. (1991). Manual de Psicología Clínica aplicada. Siglo XXI Editores, España.

Caballo, V. (1991). Manual de técnicas de terapia y modificación de conducta. Siglo XXI Editores. España.

Caballo, V. (1996). El entrenamiento en habilidades sociales. En: Revista Psicología Conductual. Vol. 4, no 2. Edita: AEPC

Feixas, Ma. y Miró. G. (1993). Aproximaciones a la psicoterapia: una introducción a los tratamientos psicológicos. Ediciones Paidós. Barcelona.

Labrador, F.J. (1984). Manual de modificación de conducta. Alambra, Universidad. México.

López, R. (1996) La relajación como una de las estrategias psicológicas de intervención más utilizadas en la practica clínica actual. Parte I y II. En: Rev. Cubana Med. Gen Inegr. 1996;, Vol. 12. n° 4.

Meichenbum, Donald. (1987). Manual de Inoculación del Estrés. Martínez Roca Editores. España.

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